ACCESO PEATONAL A LA SENDA DE MATALEÑAS. SANTANDER.
La propuesta, en asociación con la oficina de ingeniería AR2V, se inspira en un elemento tan singular del paisaje de la costa cántabra como es el URRO. Evocando las formidables geometrías estratificadas de los acantilados aledaños, un trozo de roca se desprende para permitir la conexión
entre el paseo marítimo de El Sardinero y la rocosa orografía de Mataleñas, hasta Cabo Menor y el futuro parque Litoral. El desnivel entre la Av. García Lago y la senda de Mataleñas es de unos 12 m. Se propone, por un lado una rápida conectividad a través de una solución ya ensayada con éxito en otros accesos a la playas santanderinas: unas escaleras, que, con el fin de no afectar al acantilado natural, están desgajadas del mismo y emplazadas en el corazón del urro.